O entramos con Andretti o no entramos. Este podría ser el resumen de lo que ha dicho el CEO de General Motors, Mark Reuss, saliendo al paso a los rumores de que la F1 le habría sugerido que entrara en F1 pero apoyando a otro equipo.

Reuss ha dicho a AP que "la colaboración entre Andretti y Cadillac reúne dos entidades únicas creadas para las carreras. Ambas con una larga trayectoria de éxitos en el mundo del deporte a nivel Mundial".

Reuss sale así al paso de las declaraciones de James Vowles, el jefe de Williams, quien declaró que su equipo estaría encantado de ser elegido por Cadillac e insinuó que para que Andretti fuera admitido "debería crecer el pastel de la F1", es decir un amento del dinero que reciben de Liberty para, como mínimo, seguir recibiendo idéntica porción.

No sólo eso, sino que refuerza lo dicho por Michael Andretti en Austin, cuando afirmó que "GM está completamente integrada en nuestro proyecto".

La entrada de Andretti-Cadillac puede afectar notablemente a otras especialidades. En la actualidad Andretti está en IndyCar, pero con motores Honda. Mientras que en IMSA, asociado a WTR, hace correr Acura, la marca de lujo de Honda, enfrentándose a Cadillac. Parece lógico pensar que no hubiera un cambio de marca en estas dos categorías.

General Motors piensa enviar un pequeño grupo de altos ejecutivos al GP de Las Vegas la próxima semana para iniciar conversaciones con F1 y Liberty sobre la candidatura de Andretti y desbloquear la situación. Este paso podría ser decisivo ya que, como dijo Mohammed Ben Sulayem, es muy difícil decir no a GM. Y una negativa podría tener consecuencias judiciales en Estados Unidos que a buen seguro Liberty no desea afrontar.

La entrada de GM en F1 a través de Cadillac, además, coincidiría con los planes de GM de volver a entrar en el mercado europeo precisamente a través de esta marca.